La Operación.
En
la cirugía la
articulación del hombro es abierta y, con instrumentos
especiales, se quita el cartílago dañado y el hueso de la
parte superior del húmero. Se hace un pequeño túnel en el
canal intramedular del húmero y en éste se coloca el componente
metálico que, a veces, es fijado con cemento. Si el cartílago
de la glenoide no está dañado, se lo deja intacto. Si está
dañado se coloca un nuevo glenoide de polietileno. Finalmente
se sutura la incisión.
Aunque el objetivo de la operación es aliviar el dolor, pueden
pasar algunas semanas antes de que Ud. sienta beneficio. Mientras
esté en el hospital le darán calmantes para reducir el malestar.
Probablemente Ud. tendrá magullamiento en el hombro y la parte
superior del brazo y quizás su brazo tenga inflamación, esto
desaparecerá gradualmente en el transcurso de algunas semanas.
Le colocarán un cabestrillo para mayor comodidad y para proteger
al hombro después de la operación.
El fisioterapista le enseñará unos ejercicios y empezará a
hacerlos para mover el hombro al día siguiente de la operación.
Ud. deberá continuar haciendo estos ejercicios cuando regrese
a casa y le concertarán citas para consultas de fisioterapía
externa.
Ud. no podrá regresar al trabajo hasta pasadas 6-8 semanas,
dependiento de su tipo de ocupación. Si su trabajo requiere
levantar pesos, o labores manuales por encima de la cabeza
se recomienda que no haga este tipo de actividades hasta pasados
3-6 meses. Deberá discutir sus interrogantes con los terapistas
o el médico del hospital.
Normalmente podrá conducir su automóvil a las 6-8 semanas.
Le será más difícil si le han operado el hombro derecho, por
tener que cambiar de velocidades y usar el freno de mano.
Recuerde que en toda intervención quirúrgica se consideran
elementos de riesgo en pequeños porcentajes, como complicaciones
relativas a la anestesia y la posibilidad de infección postoperatoria
(generalmente problemas de heridas superficiales).
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